Un vicio inconfesable
Que no nos hace quedar bien
Esto de hoy te importa si tú eres de esas personas que se sienten bien dando lo mejor (sin exagerar) y que no se conforman con cualquier cosa para salir del paso.
Todo viene de esta imagen:
Nos encontramos más veces de las que creemos con situaciones así.
En el trabajo también acecha esa tentación. La de aprovechar refritos. Tirar de copiar y pegar para ir más deprisa.
Aunque, no solo atente contra el dios del feng shui, sino que genere una experiencia pobre. Y cause dilemas imposibles para los usuarios, nuestro público, la otra parte, quién nos escucha.
Cuántas veces al querer transmitir algo —entre las prisas y el cansancio—, juntamos partes de relatos o informaciones que, en realidad, SABEMOS que no pegan.
Ahí está el vicio (in)confesable: Que lo sabemos.
Sabemos que algo pasa, que la experiencia no va a fluir.
“Se van a dar cuenta”. Notamos que en conjunto no queda bien. No nos hace quedar bien. No es nuestra mejor versión.
Pero a pesar de todo, LO ENVIAMOS.
—¡Ay! Pinchazo. Duele.
Como me duele recordar lo que os confesé al inaugurar esta newsletter: “Yo antes escribía emails sin alma”.
😄 Ahora ya no, ahora todo nuevo cada vez… Con toda la intención sienta mucho mejor que visitar el desván de muebles antiguos.
Anímate a intentarlo. Sienta bien, ya verás. Construir tu mejor versión es empezar a hacer pequeñas cositas así: pequeños cambios que están a tu alcance y que puedes empezar hoy.