¿Y si dejara de...?

Arranca la semana con una lista larga, larguísima: “TO-DO LIST” pone arriba del todo y lo acaba de subrayar en rojo como para asumir su importancia. Sorbito de café.

Tareas, subtareas y personas con las que hablar de esto y de aquello.

“No hay tiempo para todo. No me da la vida", piensa.

O sí.

Quizás si se da un poco de prisa en eso de allí... O pasa sobrevolando sobre aquello de allá.

Pasar volando...

Pero luego piensa en eso que ha leído hace poco en la prestigiosa revista: Que dicen que la productividad en el trabajo es en realidad engagement. Y que el engagement está directamente relacionado con los resultados, además. El engagement, la cohesión, la confianza y la satisfacción de las personas que colaboran en un proyecto.

¡Viva el bienestar! Si es que no puede ser de otra manera... Relaciones personales sanas💜

Cómo se puede ser consciente de todo esto y pasar volando algunos temas, se pregunta, mientras mira esa lista de to-dos. Y yo también me lo pregunto.

Y encima, esto: acaba de saber cuál es el principal factor con incidencia sobre el engagement... ¿Y tú me lo preguntas? poesía eres tú.

¿Y qué es lo importante? Una lista corta, cortísima.

Objetivos vitales y de carrera alineables (si not yet alineados).

Porque hay que aprovechar las energías que hay, cuando las hay.

Energías finitas. Ilusiones perdibles. Elegir bien.

¿Y qué es "bien", qué es lo importante? El santo grial.

Elige BIEN —como Indiana Jones en la última cruzada al elegir la copita de carpintero que no deslumbraba con oros y brillantes.

Autogestionarse sin estresarse es soltar nudos: Tema recurrente el de dejar de hacer. Si eres nuevo por aquí, en el 4º nudo escribí esto: