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- Pequeños pasos, primeros pasos
Hoy todo el NUDO es tip. Empieza y acaba con esta idea: para que un proyecto ambicioso sea realizable, divídelo en pequeños trozos.
Y ya está. Gracias por venir.
🙂
Bueno, ya que estás aquí, ¿seguimos un poco más?
Me ha parecido adecuado hablar de esto ahora para darnos impulso en el sprint en el que estaremos de aquí al verano.
Cómo hacer gestionables proyectos abrumadores es un problema recurrente al que nos enfrentamos todos.
Para vender(nos) y para el resto de objetivos.
En el artículo How to make big projects manageable with small steps de la Duke University proponen esta estrategia tan simple: "Partiendo de una buena base, divide el flujo de trabajo en tareas manejables."
Dividir un proyectos en partes más pequeñas no servirá de mucho a menos que cada segmento tenga su autoridad. Por eso mi consejo es que te fijes PLAZOS para realizar cada tarea; así mantendrás alta la auto-motivación, que es la gasolina de tus retos.
En mi caso cada fecha límite se convierte en bloques de tiempo en mi calendario... me gusta visualizar las tareas como lo que son, MI TIEMPO, piezas de lego con las que sé que estoy construyendo algo.
La buena base es planificación. A mí me gusta mucho planificar pero como sé que no hay que abusar de ello, yo me obligo a arrancar de inmediato.
¡Empieza ASAP! Con una acción, como mínimo marcando un compromiso contigo misma en la agenda.
Los primeros pasos son el impulso para todo lo que viene detrás. Con ellos aprendo. Para mí son la base de un proyecto.
Empieza siempre por la tarea más sencilla de abordar. Por donde te vaya a ser más fácil avanzar. Ponte las cosas fáciles de momento, que ya vendrán curvas más adelante.
Planifica tus primeras tareas.
Ordénalas.
Priorízalas según tus recursos y energías (el entusiasmo también es una energía que mueva cosas).
Si lo necesitas, porque quizás no llegas a todo, decide qué es lo que vas a dejar de hacer.