Tantas veces. Tantas dudas... Verlo claro sería lo mejor, claro; pero, ¿cómo?

Que si esto, que si aquello… Pros y cons… Ais, el miedo que tengo por si me dejo algo importante, algo clave, algo que no sé. 

¿A que te ha pasado?

Como a mí.

Luego, luego... Luego vuelvo sobre esto, que ahora no tengo tiempo. No tengo tiempo. Ahora no tengo tiempo… Que tengo que HACER esto y aquello.

PENSAR.

If only.

Deberías tener claridad

—cuando lo cantaban Astrud en 2004, "caridad", pedían (jo, qué buenos son… este jingle se lo contrataría para las promos de mis programas)—

Se estrenaba esta newsletter cuando éramos pequeños, en 2022, un lunes de octubre. Y decíamos QUE NO A LOS EMAILS SIN ALMA.

Por poco claros. Con las ideas poco claras.

Confusión = KAOS = Pérdidas de tiempo, energías y €€

Es el nuestro un mundo complejo y este primer nudo nos ganó algún unfollow y muchas simpatías.

Por algo será.

Este mundo complejo quiere las cosas claras

(y sí, el chocolate espeso; nada sienta mejor en las tardes oscuras)

¿Dónde empieza la claridad?, te estás preguntando.

Piénsalo.

No es inmediata.

No es innata.

Y, por supuesto, no se improvisa.

SE ACTÚA. Practicar la claridad es una actitud consciente.

Que no está al alcance de todos. Pero sí de los lectores de NUDO: sesudos comunicadores en mejora continua.

Te dices: ¿Por dónde empiezo? ¿Por dónde la agarro?

(¿viste a la Ocasión que te mostré en el nudo de la semana pasada? ¡Qué imagen!... hay que agarrarla cuando viene de cara porque por detrás está rapada y es imposible de asir… ay, ay, no me lo quiero imaginar, QUÉ ANSIA)

Dónde empiezas.

Pues simplemente empiezas, empezando. Como en journaling; es muy parecido.

Sentándote delante de una hoja en blanco. Tú y tus circunstancias, a solas. Sin nada más que hacer por un rato.

Ah, sí, bueno: Pensar y escribir. Dedicarle tiempo.

A la claridad, digo.

Dedicarle tiempo.

Hacerse las preguntas adecuadas ya sería para bingo.

—eso lo dejamos para los profesionales del thinking estratégico... Guiño-guiño para los emprendedores que no saben aún que existe una herramienta DIY que les guía en su pensamiento crítico y con la que se pueden entrenar a pensar.

Empieza a cantar línea (pro)poniéndote tiempo en la agenda para esto.

Para pensar.

Hoy mejor que nunca: Deberías tener caridad.