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- Perfeccionar tu estilo
Llevo tiempo concentrando mi pensamiento en una cosa concreta (y lo sabes si has seguido la newsletter desde hace tiempo). La comunicación interpersonal de los profesionales. Por eso estamos aquí.
La madre de todo en los negocios.
El arte que dominan los public relations businessperson más exitosos -tú también has visto algún unicornio-. Misterio (in)sondable para los genios introvertidos.
Todos hemos tenido que aprender sobre la marcha, no se enseña en la universidad. Ahora creo que es todo cuestión de estilo.
Cuestión de tener estilo propio como cantaban Chico y Chica. Tomar conciencia de nuestro estilo, entender cómo funcionamos como seres complejos que nos relacionamos con otros complejos seres.
Me vino a la mente en la piscina hace unas semanas. Lo del estilo.
Cómo te comunicas es como la natación. Todos sabemos más o menos nadar; con más o menos éxito, flotas, nadas, vas del punto A al punto B.
Pero con qué estilo. Ahí está la diferencia.
Un estilo que perfeccionar.
Y, ¿tenemos estilo, para empezar?
He vuelto a nadar después de años porque es el ejercicio de cardio que se me da mejor. Aunque el agua esté mojada, como siempre protesta mi hermana: Me lanzo y a los 2’’ me siento pececillo y puedo empezar a subir revoluciones con alegría —en seco no me pasa, no me gusta correr ni pedalear; no es lo mío y lo he aceptado.
Estoy en ello. Perfeccionar mi estilo. Mejorar el rendimiento de mis brazadas, colocar bien la cabeza, coger aire de manera más efectiva, resistir más tiempo, hacer dos piscinas más. Son muchos detalles por pulir. Perseverar.
También veo que otros nadadores usan gadgets, muchos. Aletas de tamaños varios, manoplas y planchas. ¿Será mejor nadar con atrezo?, me pregunto. Yo creo que nado a pelo porque me gusta sentirme acuática, pero quizás es por ignorancia. Con mis gafitas que todo lo ven creo que me basto, pero igual no me basto… o no veo todo lo que hay que ver. ¿Sí?
Tomar conciencia del estilo propio, primera piscina.
Observar el mundo de los otros, los que no son tú, desde los mil ojos de ellos, segunda piscina.
Aprender lo que no sabías que no sabías, incorporarlo a tu estilo, tercera.
Y así.
Son muchos detalles por pulir. Perseverar.
PD: Si gestionas equipos, quizás quieras evitar los errores más típicos👇