"Que no"

“Que no, que no, que no.”

Si eres popero boomer te sonará a la canción del bueno de Xoel Deluxe*.

Aunque no hace falta ser musiquero para tener ganas de decir que no.

QUE NO.

Lo que no puede ser o lo que no quieres ya que sea.

Hay oportunidades que caducan y lo que antes era un quizás puede acabar siendo un que no.

Te cuesta decir que no. ¿O no?

Esto me lo ha inspirado la conversación con una buena amiga.

Ha decidido que va a decir que no a una persona tóxica y abusona de su trabajo. Ese tipo de gente con más cara que espalda.

Que no puede dedicarle atenciones —y, sobre todo, energías. Que no.

Pero sin decírselo, claro. Porque eso sería motivo de conflictos y ante todo queremos, señoras y señores, mucha calma. Cordialidad.

No hemos hablado nunca de esto antes aquí, creo. Pero es algo en lo que creo muchísimo.

No me refiero a no decirnos las cosas sino a esto:

Hay que centrarse en lo importante y atreverse a decir que no a lo demás.

Y qué es lo importante, te dirás.

Pues centrarse en lo esencial e ignorar el resto.

Lo creo y así lo dice el concepto del erizo de Jim Collins, autor del magnífico "Good to Great". Una lectura potente para el verano que no te dejará indiferente.

Como sugiere Don Jim: hay que decir que no a las oportunidades o actividades que se nos presentan pero que no pasan la prueba de los 3 círculos.

(Te interesa conocer tus tres círculos y lo que significan para ti)

Por eso yo siempre recomiendo hacer una lista de cosas que debes dejar de hacer, como pregonaba Drucker, ¡y es que soy fan!

Qué áreas deberían estar financiadas con tus energías y cuáles no.

Cuando le pones precio a todo eso: a lo que te importa y a lo que te quiere distraer de tu camino, recobras las fuerzas para decirle que no a (casi) cualquiera.

*Y AHÍ TE VA CON LA PLAYLIST VERANIEGA ACTUALIZADA