Perspectivas

Naranja, amarillo, azul. Azul oscuro casi negro. Un banquete para mis retinas. Azul muy muy clarito casi gris, luego. Duele mirar la oscuridad.

Es un juego de perspectivas.

El mismo Sol naciente da un cielo rojizo por levante, negro en poniente y una gama de azulones en el resto.

¿Qué son, las 7:37? La chica del siento de delante lo está grabando con el móvil, lleva ya un buen rato, que la veo. Así que sí. Será digno el espectáculo que nos tiene tan atentas a las dos (madrugar tiene sus premios porque hasta creo haber avistado el famoso cometa del siglo A3 Tsuchinsan-Atlas ;)

Perspectivas, he dicho, eh. Esta es la lección de hoy, nudista.

Un mismo hecho, visiones distintas desde distintos puntos de vista.

Porque sí, porque la naturaleza así lo quiere. Es imposible uniformizar la realidad.

¿Qué te crees que pasa en tus relaciones en el trabajo (y en las otras)? Mismo hecho, perspectivas distintas, entendidos distintos.

Es muy costosa la comunicación, lo sé. Por eso estamos aquí —tralaralá, conmigo puedes contar.

No es que no quieran entenderte. Es que desde su posición no se ve lo mismo que desde la tuya.

Seamos conscientes. Intenta que no se te olvide esto. Dibújate un ojito mirón👁 en la mano, donde lo veas (yo lo acabo de hacer y, si veo que me gusta, igual me lo hago tatuar).

Naranja, amarillo, azul. Azul oscuro casi negro. Porque todo tiene un origen, un punto de partida. Ahí es donde se conforman las opiniones al primer contacto.

Primacy effect, se le llama.

Y ahí es donde el esfuerzo lo tienes que hacer todo tú, porque eres el que comunica.

Porque luego, cuando brilla el sol y el cielo parece tan uniforme y tan azul y brillante, ya no se aprecian las distintas perspectivas.

Pero están.

Sé de ese pequeño 3% de personas que advierte estas cosas. Y sé generoso con los que no lo ven —la mayoría de los pasajeros no han advertido la bellísima escena, absortos en sus teléfonos tontos; pero eso ya es otra historia.