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"I'm a creep"

O cómo aprovechar la Ocasión

Hoy una batallita musical. Será cortito y verás qué lección trae. Lo flipado que te vas a quedar.

Al lío. Quizás conoces a Radiohead, la banda británica que nació a finales del auge britpop, que tienen un megahit que les hará millonarios de por vida (“Creep”, que los jóvenes siguen versionando y nunca envejece). Hacen una música considerada de culto, art rock, progressive rock ruidoso, guitarras potentes distorsionadas.

Pues bueno, esta historieta con lección la trae su teclista Jonny Greenwood.

Jonny, que no tenía ni idea de tocar teclados cuando se unió a la banda.

Titular clickbait:

El teclista de Radiohead no sabía tocar
¡y el resto del grupo nunca se dio cuenta!

Cuenta la leyenda que en los primeros tiempos de la banda hubo que sustituir a otro teclista (que sí sabía tocar teclas) al que expulsaron. Porque:

Atención al porqué. Las notas que salían de su teclado no acaba de encajar en el sonido final que estos músicos querían producir. Guitarristas y bajistas sentían que el teclado se oía demasiado en las canciones y que no quedaba bien el conjunto...

“Necesitamos otro teclista”, se dijeron. Y llegó el avispado. Para quedarse.

Voy directa a contarte cómo se dio este caso de adaptación sublimada.

Para que aprendamos todos que menos es más y lo importante que es tener una estrategia cuando se presenta la ocasión (a la que pintan calva*).

¿Qué pasó, qué hizo Jonny?

Sabiendo que el otro teclista no gustó porque se oía demasiado y que él no era capaz de tocar, ¿qué hizo Jonny?

Asegurarse de que su instrumento estaba apagado. En los ensayos.

¡No sonaba! pero al resto de la banda ese silencio les sonaba de maravilla, porque no les impedía oír claramente SUS guitarras, SU bajo y SUS voces... les salían canciones redondas y perfectas, como ellos las habían imaginado.

Cuentan que el frontman, Thom Yorke, le llegó a dar a Jonny este feedback: "No puedo oír lo que estás haciendo con tanto ruido como hacemos, pero creo que estás agregando una textura realmente interesante porque puedo notar cuando dejas de tocar."

Y así siguió. Con el volumen al cero en los ensayos. Durante unos meses.

Ensayos con el teclado apagado de día y estudiando acordes de noche en casa. Mientras aprendía a tocar y, cuando ganó confianza en sus habilidades, empezó a subir un poquito el volumen para los conciertos... luego un poquito más... y así, hasta ganarse su sitio en la banda y en el sonido de las canciones de Radiohead.

La banda nunca se dio cuenta, consolidó su puesto y ahora cobra esos preciosos royalties... I’m a creep, I’m a weirdo.

¿Cómo te quedas?

Un onboarding magistral.

Cuánta audacia. Cuánta inteligencia —emocional y de la otra.

Y cuánta confianza en sí mismo. Chapeau.

Lástima que en los negocios las cosas pueden ser mucho más complejas… Aunque, no sé. Somos similares en egos y otros comportamientos humanos, ¿no te parece?

*¡Y es que a la Ocasión también llamada Oportunidad la pintan calva! Pasa volando, tiene alas en los pies y no la puedes asir por los cabellos porque está rapada por detrás… y con su cuchillo puede cortar todas tus ataduras. Habrá que pillarla cuando se presenta de cara, ¿no?

Ocasión y Penitencia, fresco de Andrea Mantegna en Mantua

Ocasión y Penitencia, fresco de Andrea Mantegna

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