Repite, repite y repite

"Al finalizar, os hiero" repite, repite y repite Cyrano de Bergerac en la mítica escena* del duelo en verso protagonizada por Gerard Depardieu.

¿La viste? A mí se me quedó dentro en los 90, como un jingle de Rexona, que no te abandona…

La nostalgia es un arma, promocional. Y ya ves que funciona.

Es costumbre poner los contenidos extra 👆 que esponsorizan los posts al final, ¿verdad? Pues no, hoy no. Lo tienes aquí arriba, indiscreto y molestón tras la intro.

Molestón, tras la intro, porque viene a cuento de lo que te quiero contar hoy.

En una frase: Que todos tenemos nuestras propias rutinas y maneras de funcionar, pero que nos conviene saltárnoslas de vez en cuando, romper nuestros esquemas mentales —y sobre todo los esquemas de quien queremos que nos atienda— para hacer algo memorable.

Hoy piensa en esto. En promocionarte (tú o tus ideas).

Haciendo lo que NO se espera que hagas.

Rompe con lo previsible en tus contenidos y así serán más persuasivos.

No hagas SIEMPRE lo mismo.

Por ejemplo, cuando escribes un mensaje para solicitar algo de un cliente o un colaborador:

Si sueles poner el call to action al final —o dónde se espera que esté— quizás tu audiencia llega hasta ahí cansada, distraída.

A lo peor… está tan habituada a "leer sin leer" que su cerebro filtra las informaciones que parecen promoción y, simplemente, las omite y ni siquiera te lee :(

Sé un Cyrano de los ‘90, sé audaz.

Repite, repite y repite. Que en eso se basa la eficacia publicitaria, aka la comunicación persuasiva.

Y al finalizar, sorprende.

Sé memorable y auténtico.

Deja marca. Hazte visible en los recuerdos de tu público.

Impresiona. Deshaz el nudo de lo anodino.

Y al finalizar, os hiero.

*La película Cyrano de Bergerac es una joya etnográfica que retrata muchos comportamientos humanos de los que podemos aprender. Aquí puedes ver las memorables repeticiones y el final del duelo.