¿Qué ves?

Buenos días, hoy ni trenes ni piscinas: hoy cogemos el coche. ¿Te gusta conducir?

Ahí estás tú, circulando por esa carretera que conoces tanto o eso crees. Tú al volante de tu propia circunstancia. La vida, el trabajo. Como siempre.

Como cada día. Vas al volante de tu flamante vehículo. Avanzas deprisa, equis metros por segundo… vas a velocidad media, que eres una persona responsable.

Mil cosas en la cabeza, el volante y la carretera. Avanzar. Avanzas.

¿Destino?

Algunos dicen que lo importante es el viaje, pero tú y yo sabemos que lo que más importa es llegar. De una pieza. Y no llegar tarde.

Pues ahí estás en piloto automático, otro día más.

¿El mismo camino de siempre? Podría ser.

O no, porque la verdad es que está muy oscuro este camino. Quizás algo haya cambiado.

Es de noche todavía y no se ve mucho más allá de lo que iluminan los faros del coche —y el derecho parece que hoy hace menos luz de lo normal; o quizás es cosa mía.

Ves los 15 ó 20 primeros metros, borrosos; y con el movimiento, la verdad que no demasiado bien (espero que no te salga ningún animal que menudo susto dan). Avanzas sin más.

¿Y si hubiera cosas fantásticas que ver que te estás perdiendo porque tienes visión de túnel?

Quizás están ahí, a tu alrededor, pero no las ves —o monstruos terribles, me podrías decir, que prefiero no encontrarme jamás: Toda la razón tienes.

Pero estarás de acuerdo conmigo que la realidad es más de lo que se ve sin mirar.

Sin el coraje de mirar.

Sí que está oscuro pero, si no la ves, es porque no miras.

Mi padre me enseñó que hay que mirar largo cuando conducimos, lo más lejos posible, para prever los movimientos de los otros vehículos y las oscilaciones de la vía. Para poder anticiparnos. Conducir así es una experiencia totalmente diferente y dejan de asustarte las carreteras de noche. También me gusta mucho poner las luces largas cuando estoy en un camino oscuro, como si por querer ver más pudiera ver más. Por lo menos lo intento. Me gusta conducir.

¡Ha salido metafórico este nudo! Abre el foco, amplía tu perspectiva, ten el coraje de mirar donde no se ve. Cada día.