Iba a escribir sobre soft skills

Pues sí. Hoy iba a escribir sobre soft skills, porque he visto el siempre interesantísimo informe del WEF (World Economic Forum) sobre las tendencias del trabajo del futuro.

Pero he cambiado de idea.

Iba a comentar los ascendentes y descendentes movimientos que he observado en la lista de competencias interpersonales más buscadas por los empleadores del futuro.

Pero lo dejo para otro rato. Casi seguro que para el año que ya viene.

Ha surgido un temita que me ha hecho pensar que me apetece recordar contigo un nudo de esos del estómago que todos hemos sentido.

Que nos hable de emociones. Sin pasarnos, no sufras.

Que nos hable a las dos de la habilidad más humana y menos promocionada por fórums y ponencias.

Ay, la patatita. Ahí. Sí, sí. 💞

La tienes tú y la tiene ella —”¿Aquella persona que me está poniendo un poco de los nervios en el trabajo?” También. Y sobre todo ella.

Un secreto que cuentan los gurús muuuuy de vez en cuando; sólo si estás atenta les pillarás con las guardia baja.

Hace poco mi admirado Tom Peters lo gritaba en Twitter. Lo único que importará de tu legado, seas directivo, freelance o currito, es esto:

Cómo has tratado a tus colaboradores. Lo alto que les has ayudado a llegar y lo bien que te puedas sentir tú por todo lo que has hecho por ellos. Dice Tom.

“Remember dear ‘leaders’, on your death bed, there is only a single dimension of your leadership that counts: the professional and life growth of the people who labored for you at the ‘coal face’ or pharmaceutical R&D lab.” @tom_peters

Lo felices que hayan sido durante los años que habéis compartido camino. Añado yo.

Emociones en el trabajo, de eso va esto hoy. De amor.

Amor al prójimo y empezando por ti, el más próximo.

Empezando por ti porque el nivel de burnout en personas con responsabilidades directivas es bestial (si el informe Adecco es cierto: 68% de los jefes entrevistados y un 48% más de quemados que el año anterior). Una pandemia de malestar, silenciosa y más agobiante que vivir con mascarilla.

Es muy difícil trabajar en este mundo tan complejo. Todo se ha vuelto difícil, dicen que porque lo fácil ya está pillado.

Desempeñar responsabilidades sobre las vidas (laborales) de otras personas me parece tan importante como ser su médico. Empleados, superiores y compañeros confían en ti, ¿o quizá no? Y su bienestar está -de eso no hay duda- en tus manos.

Tu bienestar está también en sus manos, curiosamente. Y pocas veces somos conscientes de ese poder recíproco.

C'est la vie. Cuida de las patatitas🥔🥔 Es emocionante estar aquí.

PD: El lunes que viene, nudo del día de Navidad.