Cambiar de piel

El final. Del verano. Llegó.

Se acaba la tregua vacacional.

Vuelta a la norma. Aunque cambiados.

¿Te has fijado que estos días muchas personas cambian de trabajo, se despiden, empiezan proyectos nuevos? O quizás tú.

Algunos incluso se divorcian.

Cambiamos de piel en estas fechas.

Los cambios, que tanto nos asustan, se presentan tan naturales con el paso de las estaciones…

No nos asusta, por ejemplo, que venga el otoño. Porque todos entendemos que forma parte del plan maestro. Y todo el mundo se adapta a él sin rechistar demasiado.

Tiene buen plan de comunicación la naturaleza y, sobre todo, genera una autoridad incontestable.

—¡Ja, ahora lo pillo! ¿Por eso ese rey francés tan famoso se hizo llamar el Rey Sol?

—Seguramente.

Mientras tanto, aquí estamos nosotros, minúsculos y frágiles, cumplidores y puntuales. En nuestros puestos otra vez.

Obedientes. Receptivos a cambiar hamacas por pilates y gazpachos por panellets.

Curioso que no nos asustan los cambios conocidos. O esperados.

¡C'est la vie, toda ella cambio!

Se irán cayendo las hojas de los árboles. Cambiaremos esta piel tostada que ha sido compañera del viaje estival. Nos quedarán las vivencias, lo que hayamos crecido, reído y cantado. ¿Has aprovechado bien tu tiempo?

Ahora sí. El final del verano llegó.

Y tú partirás, querido paréntesis. Ciao ciao, nudos fresquitos. Sigh. Fins l'any que ve.

Hola, nudos pumpkin latte.

¡La vida, toda ella cambio! el paraíso de la gente emprendedora.

¿Sabías que el 39% de los empleados (dato mundial) dicen que en sus organizaciones no se colabora lo suficiente?😮 Tenemos muuuchos nudos que aflojar…

El próximo lunes, ya más despejada, te cuento cómo puedes ponerte pequeñas metas volantes para lograr tus desafíos. ¿Hace?

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