Sin ansias

Crecer NUDO DE VERANO #2

Espero que me aceptes un toque más personal en estos nuditos veraniegos. Quiero que nos sirvan para recargar energías.

Que nos recuerden a cualquier cosa menos al trabajo. ¿Lo conseguiremos?

Para todos nosotros. Aquí. Quizás respirando aún este aire denso de ciudad. Y escapando, cada día un ratito si hay suerte, a bañarnos. Al mar. O será piscina.

Arranca julio y a mí me toca “vacaciones santillana”. ¿Tú lees mucho? Yo tengo un montón de libros que me esperan.

Quedan monísimos en la estantería. Parecen una pandilla de recién llegados que se acaban de conocer. Se han amigado con el aire acondicionado, son todo risas y alegría, y dicen que me van a pasar a buscar cada tarde. Más majos...

Pues eso: Sin ansias, crecer.

Dejarnos llevar un poco por el devenir de los días y por el azar de las recomendaciones bibliográficas —que nunca sabemos muy bien cómo llegan a nosotros... y en cambio, ¡son tan transcendentes!

No somos nunca la misma persona después de leer un libro.

¿Te imaginas quién serías sin esos libros que te tocaron en la rifa de las serendipias?

No sé qué otra sería yo si no me hubiera tropezado con los que encontré (de chiripa) por las bibliotecas que frecuento desde niña y que me llamaron, sin estridencias, suavecito.

Me pregunto qué magia hace que nos elijamos mutuamente.

Va, para acabar, uno muy querido que te recomiendo; un básico de mi filosofía personal: El Enquiridión o Manual de ética estoica escrito por Epicteto. Breve y monumental. Búscalo. Te dará paz.

Dejémonos llevar por nuestros libros y… “laissez faire, laissez passer”.

El devenir, dejemos que venga. Sin ansias, estaremos leyendo.

PD: Como te dije en el post de la semana pasada si me quieres contar de qué te querrías librar tú, dale a responder a este email ;)